Ref 3 - "Quien ha tocado mis vestidos?"
Rodeado de una gran multitud, estaba Jesus apretado y avanzando a paso lento, cuando le dice a sus discipulos que alguien le ha tocado el manto. Extrañados miran los discipulos - como hubiese sido para cualquiera - si todos le estaban tocando!.
Pero este "toque" no era fisico, era un toque espiritual de fe. Alguien ejercia la fe y solicitaba algo en particular. Alguien, por medio del ejercicio de una fe sumamente poderosa partia el velo (como en la experiencia del hermano de Jared del LM. Leer Eter 3)
Cuando ejercemos la fe de forma enfocada en el Señor y cumplimos con todas las condiciones para recibir la bendicion que estamos solicitando, las leyes celestiales actuan y la bendicion sale del Señor. Si el tiempo para la bendicion ganada es el ahora, entonces se manifiesta inmediatamente como fue en el caso de la mujer con flujo cronico.
¿Porque entonces se sorprendio el Señor? Segun mi opinion personal el Señor tiene la capacidad de sorprenderse. Una cosa es saber todo y la otra cosa es vivir el momento. Mas adelante en el proximo capitulo reforzaremos el atributo del asombro del Señor.
Ademas de esto, Cristo siempre trata de hacer reflexionar a sus discipulos cuando esto pasa con una pregunta. En el caso del hermano de Jared "Levántate, ¿por qué has caído?". En este caso de la mujer con flujo cronico no fue para ella (el ya tenia claro lo que pasaba), sino para sus discipulos: "¿Quién ha tocado mis vestidos?", y mira alrededor en actitud de estar buscando para que la mujer señale que ella fue y que se manifestase su reaccion de humildad y agradecimiento por la bendicion milagrosa concedida.
Y luego se produce una actitud maravillosa de la mujer (como casi siempre las benditas mujeres en la vida del Salvador). Viene, se arrodilla frente al Señor y le cuenta lo que ha pasado (los discipulos escuchando). A esta altura ya el flujo estaba completamente sano. Y sin embargo el Señor confirma la bendicion diciendo " Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote.".
La enfermedad se habia tornado en una bendicion para ella. La colocó en una posicion de humildad. Necesitaba ejercer fe en el Señor o quedar como estaba. Ella tomo la decision correcta. Ejercio la fe en Cristo. La salud fisica llego en este caso inmediatamente a la solicitud, pero lo más grandioso que jamás tarda para nadie que ejerce la fe de igual forma que esta mujer es lo que coloca en primer lugar el Señor: "Tu fe te ha hecho salva". La enfermedad fisica sanada es añadidura. Lo primordial es que por medio del ejercicio de la fe se exalta el alma. Sube un escalon en su progreso eterno. Esa es la unica forma de quedar verdaderamente "sanos de nuestros azotes".
Esta fue una doble leccion clave del principio de la fe: leccion para la mujer y leccion para los discipulos.
Y lo es para nosotros.
En marcos 6:56 dice: "Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos."
Asi como la mujer, asi como aquellos enfermos de las ciudades; hoy nosotros podemos ir a él y ejercer la fe y "tocar" espiritualmente su manto de autoridad divina y saber quien es Él: te como Señor y Dios tiene todo poder para sanarnos de nuestros pecados, enfermedades y aflicciones. Vayamos a él, solo hace falta extender la mano con fe en su nombre.